5.06.2011


Y ella el día de tu final. Oh, sí, ese que tanto esperabas, que tantas ganas tenías de afrontar. ¿Verdad, decías querer? Pues verdad vas a tener.
Lo que no sabías es que los problemas nunca vienen solos. Se acumulan, hieren, te dejan tan destrozado... Que no sabes qué hacer. Ya no eres solo tú, sino el tiempo con los otros, tú mismo eres un conjuto de cosas: tus pensamientos, tus ideales, tus defectos y por supuesto tus virtudes. Pero no solo eso, sino que también eres lo que ven los demás en ti, los momentos que pasas con ellos, todos los sentimientos que tenéis.

Es algo complicado, eso de ser o no ser.

Y ahora me paro a pensar, ¿qué soy yo? Ahora mismo solo una sombra de lo que podría ser. Todos me han mentido, todos han fingido, y a todos he defraudado. He mirado en el espejo y me he visto envuelta en lágrimas de sufrimiento, atrapada en un cuerpo de muñeca fea y deforme que ya no sabe ni lo que siente, ni lo que podría ser.

Sí, señores, es difícil eso de necesitar un abrazo y estar tan solo que en ese momento nadie pueda dártelo.

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